El origen de este perro se pierde verdaderamente, en la noche de los tiempos. Algunos lo consideran descendiente del Galgo afgano, otros dicen que está estrechamente emparentado con el Galgo árabe habiendo quienes afirman que proviene directamente del antiguo lebrel egipcio que ha dado origen a todas las razas de carrera. El testimonio más antiguo, que se remonta al año 1500 antes de Cristo, se encuentra en los frescos de la tumba de Rakhire, primer ministro de Thutmosis IV y es posible afirmar que su aspecto no ha variado mucho en el transcurso de estos 3.500 años. Parece ser que estos perros llegaron a Egipto con el pueblo nómada de los Hyskos, provenientes de Asia y que llevaron consigo muchos ejemplares de esta raza, velocísimos cazadores de gacelas que rápidamente se convirtieron en los perros favoritos de los faraones. Aunque el Saluki ya no exista en Egipto, fue, durante milenios, criado con cuidado y ambición en la corte y, la propia Cleopatra estaba muy orgullosa del pedigree de sus Salukis. La expansión del Imperio egipcio hizo que esta raza se extendiera más allá del Eufrates, por toda Asia Menor, desde Siria a Mesopotamia y en Persia. Se convirtió por lo tanto en el perro de todas las tribus nómadas de los desiertos de Oriente Medio y de los sheiks islámicos. Importado en Inglaterra a finales del siglo pasado, por su habilidad de cazador de gacelas fue llamado "Gazelle Hound" y es presentado en exposiciones caninas a comienzos del siglo XX, obteniendo un rápido éxito debido sobre todo, a su belleza y elegancia. Desde entonces, su difusión fue bastante rápida, extendiéndose primero por toda Europa y después en América y Australia. En estos países donde obviamente no puede dedicarse a la caza del antílope, es utilizado, casi exclusivamente como perro de compañía, a pesar de sus excelentes cualidades como velocista. Solo a nivel de aficionados compite en interesantes carreras en canódromos, las que son seguidas por muy pocos pero verdaderos apasionados.